El otro día, revisando el correo, noto que hay una
notificación de un Inicio no Autorizado en mi cuenta de correo. Mi primera
impresión fue la que hacemos todos: ¿quién rayos es?
Así que, sin más, comencé a hacer una lista minuciosa
sobre las posibles personas que pudieran realizar ese acto, obviamente,
enemigos.
Así que, rememore y rememore, recordando aquellas
situaciones en las cuales me hubiera enemistado con alguien. “Numero 1” escribí
en una lista de Word (porque también soy flojo y no encontré una lapicera a la
mano, además, este asunto requería de toda mi atención). Después como cinco
minutos, -quizás fueron menos- sorpresivamente, me di cuenta que la lista no
crecía, no pude colocar un solo nombre.
Quizás se deba a que navego por la vida con bandera de
zonzo (Lo cual no me resulta muy difícil de haceDIGO NADA!) y de no
intromisión, o quizás se deba a que no ha de parecer lo suficiente interesante
para que alguien intente un inicio no autorizado en mi cuenta (Prefiero suponer
lo primero, porque, también tengo mi ego; aunque sea cual sea la razón, es
beneficio, supongo)
Al final, le di la importancia que este asunto requería.
Un “bahhh, pues sabe” dio por terminada esa preocupación, y es que, hay que tener
cuidado de no darle mucho importancia a ese tipo de cosas, ya que después se
termina pareciendo aquello que uno repudia. De no gastar mucho tiempo neuronal
en aquellas cosas que, viéndolas fríamente, no tienen mucha importancia, de no
terminar peleando con las nubes y darles poder sobre ti.
Tras ese pequeño momento de cavilación, reviso más
minuciosamente los datos del inicio no autorizado, reconozco un nombre, es el
modelo de un teléfono que me resulta un tanto conocido… jajaja vaya sorpresa!
Resulta que es un teléfono que estaba usando en días pasados…
Ven cómo la bandera de zonzo no es de a gratisDIGO NADA.
Creo que sí necesito un enemigo, ¿dónde los venden? Son Baratos… Bah, no es cierto; en realidad, no, gracias.
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