sábado, 28 de enero de 2017

Una historia sencilla

Aunque David Lynch puede tener películas, probablemente, más profundas, más oníricas y surrealistas, considero ‘Una historia sencilla’ (The Straight Story) su mejor película. Curioso, porque a diferencia de muchas de sus otras películas, donde hay una retórica visual impresionante, en esta película hay una sencillez que emana por todos lados.

La historia de la película es la siguiente: Alvin Straight, su protagonista, es un anciano de 73 años, este toma la decisión de recorrer en su segadora los poco más de 400 kilómetro, para visitar a su hermano enfermo, y con quién no se habla desde hace diez años.

Durante toda la película, Lynch deja escenas e imágenes que quedan guardadas en la memoria del espectador, dejando mensajes llenos de sensatez y sentido común; en mi opinión, ese quizás sea el mayor mérito la película: el protagonista es consciente de sí mismo, de sus capacidades, de sus defectos, y es que: saber quién es uno mismo, eso ya es demasiado mérito para un hombre.


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