Últimamente veo a muchos fans molestos por Dragon Ball
Super. Yo, la verdad, lo deje de ver desde que salió Bills. Y es que,
simplemente, no me enganchó la trama ni la temática de la serie. No quiero caer
en el cliché de que todo lo pasado fue mejor, pero lejos quedaron aquellos
capítulos donde, por alguna razón u otra, algo se quedaba guardado en tu
memoria.
Y aquí una breve explicación:
Durante mucho tiempo, era identificable la línea de los
personajes, estos estaban delimitados y tenían coherencia –en su Universo-, con
sus aspiraciones y objetivos, incluso, si podemos decir, hasta de sus propios
sueños (Claro, hasta La Saga de Freezer, y, más o menos, hasta La Saga de Los
Androides)
Por ejemplo:
Los dos personajes principales: Goku y Vegueta.
Goku:
Es el protagonista, pero está medio zonzo, va por la vida
sin pensar mucho y razonar lo qué hace, y a la mera hora le pesa la mano para
hacer lo que tiene qué hacer. Pero aún así, siempre se sacrificará por lo que
considera que es lo correcto.
Vegueta:
A diferencia de Goku, a ese tipo no le importa sí para
cumplir lo que tiene qué hacer, tiene que ir directo al mismo Infierno por
esto, y todo para, valga la redundancia, cumplirse a sí mismo.
Ambos, antagónicos (Héroe y Villano). Sin embargo, el
trato que se le dio ambos personajes durante la serie fue de lo más adecuado.
Incluso, se puede leer de trasfondo que villano y héroe no son muy diferentes
en sus convicciones, sólo en sus métodos (Quizás eso es lo que diferencia al
héroe del villano: los métodos). En resumen, eran capítulos muy buenos.
Y bueno, ahora pasemos a Dragon Ball Super; como decirlo
y cómo empezar… umm... emm… Bueno, Goku y Vegueta pasaron de todo lo anterior
a, pareciera, contar chistes.
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