jueves, 27 de diciembre de 2018

Garfield

Estaba viendo hace rato a Garfield, porque si uno quiere ver caricaturas a las 3:00 a.m., no hay bronca, para eso uno es adulto —lo que sea que eso signifique—.

Y bueno —como nos pasa con un montón de cosas—, tenía recuerdos vagos de lo que iba la caricatura, alguno que otro capítulo que recordaba, un recuerdo por aquí y por allá.

Es por demás curioso como muchas de esas caricaturas que uno veía de infante, uno se queda con la parte más colorida y vistosa, y no entiende muchas otras situaciones. Y está bien, para eso uno es niño. Pero que, sin embargo, al pasar el tiempo las ves y vuelves a esas escenas, las visualizas de otro modo, de una forma diferente.

En un momento del capítulo (el cual adjunto al final de esta verborrea), Garfield hace un brevísimo monologo con un espejo. Pero antes, un breve antecedente, Borges, presuponía que un espejo –en el aspecto más positivo– era un instrumento para la auto-contemplación y que este podía servir como un medio que podía llevarnos, para bien o mal, al conocimiento de uno mismo. Y bien, en su pequeñísimo monologo, Garfield suelta la siguiente excepcional línea: “¿han tenido uno de esos días en que no saben de qué lado del espejo están?”

¡Bravísimo!


Después, el capítulo continúa hacia una revisión de la fábula La Tortuga y la Liebre. Y donde, al final, los personajes sueltan una crítica genial a todas aquellas, que llamaremos, capsulas de sabiduría, como pueden ser, por ejemplo, los refranes y varias fabulas.
(Que, aunque muchos de estas relatos y exposiciones pueden tener mucho de sentido común, muchas distan de ser reglas generales. Algunas de estas narraciones, incluso hasta se contradicen unas a otras, los refranes, por ejemplo)


En fin, regresando al inicio. Después de la muy breve disertación anterior y para agregar algo más, he ahí la divergencia del paso del tiempo en cada uno de nosotros, del correr de los años. Porque, en mi opinión, esa es la diferencia de ir creciendo:
Visualizar y hacer las cosas de una forma diferente a como recordamos que lo haríamos (ojalá sea para mejor).

Qué buenísima caricatura.



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