Ese juego de ‘To the moon’
es una maravilla. Es increíble como un juego de estética tan simple puede
evocar emociones tan intensas. El juego, básicamente, tiene como protagonistas
a dos científicos, estos se introducen, mediante una artefacto, a la memoria y
recuerdos de una persona, el objetivo es cumplir un último deseo a una persona
moribunda. El juego hace un recorrido a través de las remembranzas, de los
recuerdos más importantes, y de sus deseos más profundos del paciente. En fin,
no diré más partes de la trama.
Y a modo personal, quizás la mayor parte de nosotros son recuerdos difusos, recuerdos que con el paso del tiempo quizás toman una nueva dimensión; símbolo de una memoria imperfecta.
A lo mejor, como diría Borges, si estamos hecho de tiempo y de memorias difusas, como infinitos espejos rotos reflejándose entre sí.
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