sábado, 18 de marzo de 2017

Librerías Gandhi

Cuando veo los carteles de Librerías Gandhi, a veces me imagino la siguiente situación:

—¡Señores, necesitamos más ideas para atraer más gente a la lectura y, de paso, que compre nuestros libros!
—Más mensajes con desdén hacia las personas que no están tan familiarizadas con la lectura.
—Usar más memes del momento.
—¿Y si mejor hablamos de las bondades de la lectura, o la trama de alguna buena novela? *Lo arrojan por la ventana*


A veces Librería Gandhi se me figura el viejito refunfuñón que no le parece nada (y ni si quiera es de los chidos).

jueves, 9 de marzo de 2017

La caverna de los sueños olvidados

En el  documental 'La caverna de los sueños olvidados (Cave of Forgotten Dreams), de Werner Herzog, el tema central son las pinturas rupestres encontradas en La Cueva de Chauvet, estas datan de hace más de 30.000 años, y hasta la fecha, no se han descubierto pinturas rupestres más antiguas.

Herzog hace una especie de análisis de las pinturas y narra sus posibles implicaciones en la vida diaria de los humanos que las pintaron. En ellas se plasma la vida de los humanos de aquel entonces, temas como la caza y depredadores –entre otros–son algunos de los ejes centrales sobre el que giran las pinturas. Agregando, por supuesto, un toque mágico a cada una de ellas.

Pareciera que  la búsqueda de la belleza ha estado presente desde, prácticamente,  nuestros inicios. Una búsqueda, una forma de encontrar  la trascendencia. Poniéndonos, por decirlo de un modo, metafísicos, dichos humanos, en mi opinión, lo lograron, ya que al mirarlas, una parte de ellos vuelve a vivir. (Algo muy chido y que invita a la introspección).


Además, es interesante como Humanos de hace 30.000 años, en la búsqueda de la trascendencia, realizaron obras tan bellamente trazadas. En otras palabras, esos humanos antiguos ya dibujaban mejor que unoDIGO NADA!


Rocky

Los comerciales de Rocky Balboa y Tecate sí están chidos:

En los comerciales de Tecate, Rocky Balboa, a falta de rivales, pelea contra el lenguaje (por eso no se le entiende muy bien)..., ¿cuándo fue la primera vez que te diste cuenta que podías mentir?


(Bueno, ya en serio, no se le entiende muy bien, pero no lo necesita, porque Rocky habla con el corazón).



lunes, 6 de marzo de 2017

El sello indeleble

Qué bonito libro es ese de ‘El sello indeleble: Pasado, presente y futuro del ser humano’, de Juan Luis Arsuaga y Manuel Martín-Loeches, básicamente es un como una especie de ensayo sobre qué nos hace humanos. El libro comienza dando una explicación de las características que nos diferencia de los demás homínidos, entre muchas de estas diferencias, el autor señala el lenguaje mucho más estructurado, entre otras cosas más.

Sin embargo,  como de ¾ partes del libro en adelante, el libro comienza a tomar un rumbo más humanista (en el sentido más amplio de la palabra) y, en mi opinión,  esta es la parte más disfrutable. En este tramo final, el autor toma un tono un poco más especulativo -pero sin caer en debrayes incoherentes-, tratando de  contestar la pregunta que se plantea durante todo el libro: ¿Qué nos hace humanos?
La respuesta, sobra decir, es por demás emotiva, el autor coloca como trasfondo al altruismo inherente de nuestra especie, en otras palabras, el sacrificio y el amor es lo que nos convierte en humanos.

Quizás tiene razón. En un Universo indiferente hacia nuestra propia existencia, nuestros miedos, nuestras esperanzas y nuestros sueños, nos convierte en seres increíbles, donde el sacrificio y el amor (parafraseando al altruismo) dotan y llenan de sentido a nuestra propia existencia.



No está mal para unos homínidos.

Honestos

Es bien curioso ver como la mayoría de nosotros nos visualizamos como personas dignas y honorables; gente bien, pues. Y sí, hasta los más deshonestos lo hacen.
A lo mejor sí es como dice Baudelaire en su poema ‘Al lector’:
«La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.

Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.».