Por alguna razón, últimamente las tormentas me parecen hasta chidas. Hay
algo encantador en ellas, ese juego de luces en el firmamento, ese lioso baile
de rayos en el cielo. Hasta pareciera que anuncian algo. No sé, quizás por eso nos gusta a los humanos tanto
los objetos brillantes y las luces de colores;
una luz en medio de la incertidumbre, supongo.
Lo dicho, las tormentas son chidas…, a través de la ventana, claro está.
Lo dicho, las tormentas son chidas…, a través de la ventana, claro está.
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