A veces me gusta programar
un SMS para enviármelo a mí mismo en alguna fecha posterior, para luego
recibirlo y leerlo.
Pero que no se malentienda, los SMS no tiene nada que ver con colocar mensajes de superación personal, o mensajes místicos o similares, ni siquiera tienen que ver de un pesimismo exacerbado. Son, más bien, SMS sin mucho sentido o contenido práctico, como por ejemplo:
-Sí lleva limón, lleva sal.
-Si eres un príncipe Sayayin, no te confíes del
“Insecto”.
-Marca de Bolígrafo: BIC.
- ¡No cruces los Rayos!
- "¿Quién pompó?"
Y pues así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario