Una de las cosas que de Borges aprendí, es la siguiente: que
el olvido es algo necesario para la salud mental de una persona, ya que
cualquier idea- si esta no se llega a olvidar-, puede ser el infierno de un
hombre.
Como aquella canción que cantaban Los Animaniacs en los 90,
y la cual, en ciertos fragmentos, estos quedan guardados en la psique humana. Y
en que en el momento más inoportuno, estos comienzan a sonar una y otra vez,
como el tic tac de un reloj proveniente del fondo de una habitación con piso de
tablones, aumentando cada vez más y más en un sonido intenso y atormentador:
«Somos Animaniacs,
nos pagan sin trabajar»
nos pagan sin trabajar»
Y ahora usted, mi estimado lector, tiene esas líneas en su
cabeza (incluso con la tonada de esos pequeños cerberos: Yakko, Wakko y Dot. Si
no por nada tienen la figura de perro). Así que, nuevamente, mi estimado lector
sepa olvidar esas lineas. Porque, al final del día, ¿no es eso lo que deseamos
todos los adultos?: ¿Qué nos paguen sin trabajar? BRRR.