Ese libro de ‘El vizconde demediado’, de Italo Calvino, está bien chido. Trata de que en la guerra a un vizconde lo alcanza una bala de cañón, y ésta lo parte en dos mitades; las dos mitades se convierten en dos personas totalmente opuestas.
Está muy chido porque pone en contexto los extremos de la condición humana, y que es necesaria la coexistencia de ambos extremos.
Además, a mí me gusta pensar que en ciertas partes del libro se refiere al pasado. Como diría El Haragán en su canción 'El primer destino':
«Por más que intentes escapar,
nunca lo vas a lograr,
salir de la realidad,
tu destino inevitable,
siempre te seguirá,
como una sombra errante,
que vaga de lugar en lugar
de lugar en lugar».